- Axis Noticias
- 2025-07-06
Puma en Monterrey: la silenciosa invasión de fauna silvestre
Autoridades de Protección Civil buscan al felino para reubicarlo
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- Por AXIS Noticias,
- 2025-06-24
- En México
La mañana del 23 de junio de 2025, la tranquilidad de la colonia Sierra Alta, una de las zonas residenciales más exclusivas de Monterrey, Nuevo León, se vio interrumpida por un suceso que parecía sacado de un documental de vida salvaje. En la avenida Sierra Alta, en el corazón del fraccionamiento Rincón de las Montañas, un puma, majestuoso pero visiblemente desnutrido, fue grabado mientras acechaba y cazaba a un gato doméstico en plena vía pública. El video, captado por un vecino desde la seguridad de su ventana, se viralizó rápidamente en redes sociales, generando una mezcla de asombro, miedo y preguntas sobre la convivencia entre la fauna silvestre y las áreas urbanas.
“Vi al puma moverse entre los autos como si fuera el dueño de la calle. Cuando atrapó al gato, no podía creer lo que veía. Fue como un relámpago, rápido y silencioso.”
– Testigo anónimo, residente de Sierra Alta.
Este no es un incidente aislado. La presencia de animales salvajes en zonas urbanas de Monterrey ha ido en aumento, un fenómeno que refleja el delicado equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación de los ecosistemas. Pero, ¿qué lleva a un puma a adentrarse en una zona residencial? ¿Qué revela este episodio sobre el impacto de la urbanización en la fauna silvestre? Y, más importante aún, ¿cómo puede una ciudad como Monterrey gestionar esta coexistencia sin poner en riesgo ni a sus habitantes ni a las especies nativas?
La Frontera Borrosa entre lo Urbano y lo Salvaje
Monterrey, conocida como la “Sultana del Norte”, es una metrópoli industrial y económica que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. Su expansión urbana ha empujado los límites de la ciudad hacia las faldas de la Sierra Madre Oriental, un ecosistema rico en biodiversidad que alberga especies como el puma concolor, el oso negro, el venado cola blanca y el jaguarundí. La colonia Sierra Alta, ubicada al sur de la ciudad, es un ejemplo paradigmático de este choque: un fraccionamiento de lujo construido en un entorno privilegiado por su cercanía a las montañas, pero también por su vulnerabilidad a la interacción con la fauna silvestre.
El puma captado en el video, según expertos en vida silvestre, podría ser una hembra en busca de alimento para sus crías, un comportamiento típico en esta época del año, cuando los cachorrosnacidos en verano requieren mayor energía. La delgadez del animal, notada por varios testigos, sugiere que podría estar enfrentando dificultades para encontrar presas en su hábitat natural, lo que lo habría empujado a explorar áreas urbanas en busca de comida fácil, como gatos o perros pequeños.
Dato destacado: En el primer trimestre de 2025, Nuevo León registró un incremento del 20% en reportes de avistamientos de fauna silvestre en zonas urbanas, con Monterrey concentrando el 60% de los casos.
La Sierra Madre Oriental, que abraza a Monterrey, es el hogar natural del puma concolor, una especie adaptable que puede recorrer hasta 30 kilómetros en un solo día. Sin embargo, la fragmentación de su hábitat debido a la construcción de fraccionamientos, carreteras y desarrollos comerciales ha reducido las áreas disponibles para cazar presas naturales, como venados o roedores. Este fenómeno, conocido como “conflicto humano-fauna”, se ha intensificado en los últimos años, no solo en Nuevo León, sino en otras regiones de México donde la urbanización avanza sin planificación adecuada.
Un Video que Despierta Alarma
El video que circula en redes sociales muestra al puma moviéndose con sigilo entre los vehículos estacionados en la calle Encinos, en Sierra Alta. Durante varios segundos, el felino observa fijamente a un gato doméstico que, ajeno al peligro, permanece inmóvil. De pronto, el puma se lanza en una persecución relámpago, atrapando a su presa con una precisión depredadora. En una segunda grabación, se ve al animal alejándose con el gato entre sus fauces, probablemente hacia un terreno baldío o las zonas boscosas cercanas.
La reacción de los vecinos fue inmediata. En grupos comunitarios de WhatsApp y plataformas como X, los residentes expresaron su preocupación por la seguridad de sus mascotas y, en menor medida, por la posibilidad de un encuentro humano con el felino. Aunque los pumas rara vez atacan a personas, su presencia en un entorno urbano genera temor, especialmente en familias con niños o mascotas pequeñas.
“No es la primera vez que vemos animales salvajes aquí, pero nunca tan cerca. Ahora pienso dos veces antes de sacar a mi perro por la noche.”
– Residente de Rincón de las Montañas.
Las autoridades de Protección Civil de Nuevo León respondieron rápidamente al reporte, realizado pasadas las 18:00 horas del 23 de junio. Un equipo acudió a la zona para buscar al puma, pero no lograron localizarlo. Como medida preventiva, instalaron trampas especializadas con cebo y recomendaron a los habitantes:
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Resguardar a sus mascotas.
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Evitar dejar alimento al aire libre.
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Reportar avistamientos al 911 o a la línea directa de Parques y Vida Silvestre (812-033-1218).
El Puma: Víctima y Depredador
Aunque el video ha generado indignación entre los amantes de los animales domésticos, el incidente también pone en perspectiva la difícil situación de los pumas y otras especies silvestres. Expertos en ecología señalan que la delgadez del felino podría ser indicativa de sarna sarcóptica o desnutrición, condiciones que reflejan el estrés al que están sometidos los animales en hábitats fragmentados. La falta de presas naturales y la competencia con otros depredadores, como coyotes, obligan a los pumas a tomar riesgos mayores al acercarse a áreas urbanas.
Declaración oficial: “El puma no es una amenaza directa para los humanos, pero su presencia en zonas residenciales indica un desbalance ecológico que debemos atender. La reubicación es nuestra prioridad, pero también urge una estrategia de conservación a largo plazo.”
– Alfonso Martínez, secretario estatal de Medio Ambiente de Nuevo León.
La identificación del animal como un puma concolor no está exenta de debate. Algunos usuarios en redes sociales han sugerido que podría tratarse de un jaguarundí, un felino más pequeño y de pelaje más oscuro. Sin embargo, análisis de las imágenes por parte de biólogos coinciden en que las características físicas (como la forma del cráneo y la longitud de la cola) apuntan a un puma, posiblemente afectado por una enfermedad dérmica que le da un aspecto menos robusto.
Un Problema Sistémico
El avistamiento del puma en Sierra Alta no es un caso aislado. En los últimos años, Nuevo León ha registrado un aumento constante en los encuentros con fauna silvestre. En 2024, Protección Civil reportó 192 avistamientos de osos negros en áreas urbanas, y en el primer trimestre de 2025, los reportes de pumas, coyotes y otros animales han crecido significativamente. Este incremento está directamente relacionado con la expansión urbana descontrolada, que ha invadido corredores ecológicos esenciales.
La Sierra Alta, promocionada como una “comunidad residencial planeada” con un entorno natural privilegiado, ejemplifica las contradicciones de este modelo de desarrollo. Mientras los desarrolladores inmobiliarios destacan la belleza de las montañas como un valor agregado, los residentes enfrentan las consecuencias de vivir en la frontera entre lo urbano y lo silvestre. La falta de barreras naturales, combinada con la disponibilidad de alimento (como basura o mascotas), atrae a los animales a estas zonas.
Dato destacado: Los pumas pueden recorrer hasta 30 kilómetros en un día, lo que los hace especialmente propensos a cruzar fronteras entre su hábitat natural y áreas urbanas.
Además, la ausencia de protocolos claros para manejar estos encuentros agrava la situación. Aunque Protección Civil y Parques y Vida Silvestre cuentan con procedimientos para capturar y reubicar animales, la falta de comunicación efectiva y la lentitud en la respuesta generan incertidumbre. En el caso del puma de Sierra Alta, las autoridades no han emitido un comunicado oficial detallado, lo que ha dado pie a especulaciones y desinformación en redes sociales.
Voces de la Comunidad y Soluciones a Futuro
Los residentes de Sierra Alta han exigido una respuesta más contundente por parte de las autoridades. Algunas propuestas incluyen:
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Instalación de cercos perimetrales.
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Sistemas de monitoreo con cámaras.
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Campañas de educación ambiental.
Organizaciones ambientalistas han aprovechado el incidente para destacar la necesidad de:
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Políticas públicas que equilibren el desarrollo urbano con la protección de la biodiversidad.
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Creación de corredores ecológicos.
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Restauración de hábitats degradados.
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Regulación de la expansión inmobiliaria en zonas cercanas a áreas naturales.
“No se trata de culpar al puma. Él solo está tratando de sobrevivir. Somos nosotros quienes hemos invadido su hogar.”
– Ana Laura Torres, bióloga especialista en felinos silvestres.
A nivel nacional, México enfrenta desafíos similares en estados como Sonora, Chihuahua y Jalisco, donde la urbanización ha desplazado a especies como el jaguar, el lobo mexicano y el puma. Programas como los de la Profepa y la Semarnat buscan mitigar estos conflictos, pero la falta de recursos y coordinación limita su efectividad.
Un Llamado a la Acción
El caso del puma en Sierra Alta es un recordatorio de que la convivencia entre humanos y fauna silvestre requiere un esfuerzo colectivo. Para los habitantes de Monterrey, esto implica:
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Resguardar a las mascotas durante la noche.
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Evitar dejar basura al aire libre.
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Reportar avistamientos de manera inmediata.
Para las autoridades, el desafío es implementar estrategias de conservación que aborden las causas estructurales del problema, como:
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Protección de hábitats naturales.
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Planificación urbana sostenible.
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Educación ambiental.
Mientras el puma de Sierra Alta sigue eludiendo a las autoridades, su presencia en las calles de Monterrey es un símbolo de los retos que enfrenta una ciudad en constante expansión. La pregunta no es solo cómo proteger a los residentes, sino cómo garantizar que especies como el puma puedan seguir habitando los ecosistemas que les pertenecen. La respuesta, aunque compleja, comienza con un reconocimiento: en la danza entre la ciudad y la selva, ambos deben aprender a coexistir.