- Axis Noticias
- 2025-07-06
México Bajo Alerta: Las Tormentas Tropicales
Flossie y Barry Amenazan con Lluvias e Inundaciones
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- Por AXIS Noticias,
- 2025-06-29
- En México
El 29 de junio de 2025, México despertó bajo la sombra de un doble desafío climático. En un evento poco común, dos tormentas tropicales, Flossie en el océano Pacífico y Barry en el Golfo de México, se formaron casi simultáneamente, desatando una alerta nacional por sus potenciales efectos devastadores. Con vientos sostenidos de 65 km/h y rachas de hasta 85 km/h, ambos sistemas meteorológicos prometen lluvias torrenciales, oleaje elevado y riesgos de inundaciones y deslaves en al menos ocho estados del país. Este fenómeno, que marca la sexta y séptima tormenta con nombre de la temporada de ciclones 2025, no solo pone a prueba la resiliencia de las comunidades costeras, sino que reaviva la memoria de los daños causados por huracanes recientes, como Erick y John, en un país aún en recuperación.
Flossie: Un Gigante en Ciernes en el Pacífico
A las 09:00 horas del domingo, la depresión tropical Seis-E, ubicada a 390 km al sur de Acapulco, Guerrero, evolucionó a la tormenta tropical Flossie. Según los reportes oficiales, este sistema se desplaza hacia el oeste a 15 km/h, con un potencial alarmante de intensificarse a huracán categoría 1 en las próximas 24 a 48 horas. Su trayectoria, aunque alejada de un impacto directo en tierra, amenaza con desatar lluvias torrenciales de 150 a 250 mm en Oaxaca, así como precipitaciones intensas de 75 a 150 mm en las costas y zonas altas de Guerrero y Michoacán. Las autoridades han establecido una zona de vigilancia desde Zihuatanejo, Guerrero, hasta Cabo Corrientes, Jalisco, un tramo costero de vital importancia económica y turística.
“Flossie podría convertirse en huracán para el lunes o martes, pero incluso sin tocar tierra, sus bandas nubosas generarán condiciones extremas en el Pacífico mexicano.” – Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El impacto de Flossie se agrava por el contexto reciente. Apenas el 19 de junio, el huracán Erick, un ciclón categoría 3, dejó un saldo de un fallecido y miles de viviendas afectadas en Oaxaca y Guerrero. Las comunidades de estas regiones, aún lidiando con inundaciones y daños en infraestructura, enfrentan ahora un nuevo reto. En Acapulco, por ejemplo, las labores de limpieza y reconstrucción tras Erick apenas han avanzado, y las lluvias pronosticadas podrían exacerbar los problemas de drenaje y aumentar el riesgo de deslizamientos en zonas montañosas.
Barry: La Amenaza del Golfo de México
Paralelamente, en el Atlántico, la depresión tropical Dos se fortaleció hasta convertirse en la tormenta tropical Barry, con su centro ubicado a 265 km al sureste de Tampico, Tamaulipas, y 140 km al este-sureste de Tuxpan, Veracruz. Con vientos sostenidos de 65 km/h y un desplazamiento más lento hacia el noroeste a 9 km/h, Barry se perfila para tocar tierra la noche del domingo, lo que podría acelerar su debilitamiento, pero no antes de dejar un impacto significativo. Las autoridades han emitido una zona de prevención desde Boca de Catán, Tamaulipas, hasta Tecolutla, Veracruz, advirtiendo sobre lluvias extraordinarias en el norte y este de Puebla, el centro y norte de Veracruz, y torrenciales en el centro y sur de Tamaulipas.
“Las lluvias asociadas a Barry podrían generar deslaves e incrementos en los niveles de ríos y arroyos, con riesgo de desbordamientos e inundaciones en zonas bajas.” – Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC).
El pronóstico para Barry incluye vientos de 60 a 70 km/h con rachas de hasta 100 km/h y oleaje de 3 a 4 metros en las costas de Tamaulipas y Veracruz. Estas condiciones representan un peligro particular para comunidades pesqueras y áreas urbanas con sistemas de drenaje deficientes. En Tamaulipas, la memoria del huracán Alberto de 2024, que dejó seis víctimas fatales en Nuevo León, está fresca, y las autoridades locales han intensificado los llamados a la precaución.
Un País Vulnerable: Lecciones del Pasado
La simultaneidad de Flossie y Barry no es un evento aislado, sino parte de una temporada de huracanes 2025 que los expertos proyectan como activa, con la posible formación de 13 a 17 sistemas en el Atlántico y 16 a 20 en el Pacífico. Este pronóstico, ligeramente por encima del promedio histórico, refleja la creciente influencia del cambio climático en la intensidad y frecuencia de los ciclones tropicales. Las temperaturas superficiales del océano, que superan los 26.5 °C en ambas costas mexicanas, son el combustible que alimenta estos sistemas, un fenómeno que los científicos han vinculado al calentamiento global.
En 2024, México enfrentó una temporada de huracanes particularmente destructiva. En el Atlántico, los ciclones Beryl, Chris y Alberto dejaron un saldo de víctimas y daños materiales significativos. En el Pacífico, el huracán John, que tocó tierra el 23 de septiembre como categoría 3, dejó 29 víctimas fatales en Guerrero, Oaxaca y Michoacán. Estos eventos han expuesto las vulnerabilidades estructurales del país, desde sistemas de drenaje insuficientes hasta la precariedad de viviendas en zonas de alto riesgo.
“El agua que se precipita en México va al alcantarillado. No hay instalaciones para aprovecharla.” – Eduardo Vega, experto en economía ambiental.
La falta de infraestructura para gestionar lluvias extremas, combinada con la deforestación y el desarrollo urbano desordenado, agrava los riesgos de inundaciones y deslaves. En Oaxaca, por ejemplo, las lluvias de Flossie podrían saturar suelos ya debilitados por Erick, aumentando la probabilidad de deslizamientos en comunidades rurales. En Veracruz y Tamaulipas, los ríos Pánuco y Tamesí, que han registrado crecidas históricas, enfrentan un nuevo desafío con Barry.
Respuesta de las Autoridades y Recomendaciones
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) ha activado protocolos de emergencia en las zonas afectadas, instando a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales como la aplicación ConaguaClima. Las recomendaciones incluyen reforzar viviendas, evitar áreas inundadas, planificar rutas de evacuación y resguardarse en lugares seguros durante el paso de las tormentas. En Guerrero y Oaxaca, se han habilitado albergues temporales, mientras que en Tamaulipas y Veracruz se han reforzado los monitoreos de ríos y presas.
“Manténgase alerta a los comunicados de las autoridades y siga las medidas establecidas por Protección Civil.” – CNPC, 29 de junio de 2025.
Las autoridades también han enfatizado la importancia de evitar conducir o caminar por áreas inundadas, dado que las inundaciones repentinas representan uno de los mayores riesgos durante estos eventos. En regiones como Michoacán, donde las lluvias intensas podrían afectar cultivos agrícolas, se han iniciado evaluaciones preliminares para mitigar pérdidas económicas.
Impacto Económico y Social
El impacto de Flossie y Barry no se limita al ámbito climático. En el Pacífico, las zonas turísticas de Guerrero y Jalisco, como Acapulco y Puerto Vallarta, enfrentan cancelaciones de reservas y cierres temporales de negocios costeros debido al oleaje elevado. En el Golfo, la actividad pesquera en Tampico y Tuxpan se ha paralizado, afectando a miles de familias que dependen de esta industria. El sector agrícola, vital para estados como Michoacán y Veracruz, también está en riesgo, con posibles pérdidas en cultivos de maíz, caña de azúcar y cítricos.
En términos económicos, los daños causados por huracanes recientes han sido cuantiosos. El huracán John, por ejemplo, generó pérdidas estimadas en 2,500 millones de MXN (aproximadamente 125 millones de USD) en infraestructura y viviendas. Aunque Flossie y Barry no se prevé que alcancen esa intensidad, su impacto combinado podría agravar la presión sobre los recursos públicos, especialmente en estados con presupuestos limitados para la recuperación.
Voces de la Comunidad
En las zonas afectadas, la población expresa una mezcla de preocupación y resiliencia. En Huatulco, Oaxaca, María López, una comerciante local, compartió:
“Después de Erick, apenas estamos levantándonos. Estas lluvias nos asustan, pero confiamos en que las autoridades nos apoyen.”
En Tampico, el pescador José Ramírez señaló:
“El mar está muy agitado, no podemos salir. Esperamos que Barry pase rápido, pero sabemos que las lluvias pueden complicar todo.”
Estas voces reflejan el impacto humano de los fenómenos climáticos, que trascienden los números y las alertas oficiales. Para muchas comunidades, las tormentas no solo representan un riesgo físico, sino una amenaza a su estabilidad económica y emocional.
Mirando al Futuro
La formación simultánea de Flossie y Barry subraya la necesidad de fortalecer la infraestructura y las políticas de prevención en México. Expertos en meteorología y gestión de desastres coinciden en que el país debe invertir en sistemas de alerta temprana más robustos, mejorar la infraestructura de drenaje y promover el desarrollo urbano sostenible. Además, la educación comunitaria sobre preparación para desastres es crucial para reducir riesgos y salvar vidas.
A medida que la temporada de huracanes 2025 avanza, México enfrenta un recordatorio de su vulnerabilidad ante el cambio climático. Las tormentas tropicales Flossie y Barry, aunque no son huracanes de gran escala, son un llamado de atención para actuar con urgencia. La resiliencia de las comunidades, la respuesta coordinada de las autoridades y las lecciones aprendidas de eventos pasados serán clave para mitigar el impacto de estos fenómenos y construir un futuro más seguro.