- Axis Noticias
- 2025-07-04
El Juego del Calamar: Un Final Demencial
El último desafío: un cierre épico que enfrenta la humanidad al abismo
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- Por AXIS Noticias,
- 2025-06-27
- En Entretenimiento
El 27 de junio de 2025, a la 1:00 de la madrugada, hora del centro de México, millones de espectadores en el mundo, y especialmente en México, aguardarán con expectación el estreno de la tercera y última temporada de El Juego del Calamar (Squid Game), la serie surcoreana que redefinió la televisión global. Calificada por su creador, Hwang Dong-hyuk, como “loco, demencial, chalado”, esta entrega final de seis episodios promete un desenlace vibrante para una historia que ha capturado la imaginación de millones, incluyendo a una apasionada audiencia mexicana, donde los temas de desigualdad, desesperación y dependencia tecnológica resuenan con fuerza. Protagonizada por Lee Jung-jae, quien retoma su papel ganador del Emmy como Seong Gi-hun, junto a Lee Byung-hun como el enigmático Front Man, la temporada profundiza en los juegos brutales, los dilemas morales y las críticas sistémicas que han convertido a la serie en un fenómeno cultural. Mientras México enfrenta sus propios retos sociales y tecnológicos, este capítulo final de El Juego del Calamar ofrece una reflexión inquietante sobre la supervivencia, la codicia y el costo humano de la ambición.
Un Fenómeno que Cambió la Televisión
Cuando El Juego del Calamar se estrenó el 17 de septiembre de 2021, pocos anticiparon que una producción surcoreana sobre 456 concursantes endeudados compitiendo en juegos infantiles mortales por un premio de 45,600 millones de wones (aproximadamente 700 millones de MXN o 35 millones de USD) se convertiría en la serie más vista de la historia de Netflix, acumulando 2,800 millones de horas vistas en sus primeros 28 días. En México, donde 22 millones de hogares están suscritos a Netflix, según datos de Statista de 2024, la serie desató una fiebre cultural, con memes de la muñeca Young-hee y recreaciones de “Luz Roja, Luz Verde” inundando plataformas como X. Sus temas universales –desesperación económica, disparidad de clases y el atractivo del dinero– resonaron en un país donde el 38% de la población vive en pobreza, según la CEPAL en 2024.
La creación de Hwang Dong-hyuk, concebida inicialmente como un guion cinematográfico en 2009, se inspiró en sus propias dificultades financieras y en la sociedad capitalista competitiva de Corea del Sur. Su estreno durante la pandemia de COVID-19 amplificó su impacto, ya que audiencias globales se identificaron con los personajes al borde del colapso. En América Latina, donde la desigualdad económica es marcada –el 10% más rico de México concentra el 36% del ingreso nacional, según el Banco Mundial–, la serie se convirtió en un espejo de las frustraciones sistémicas. El éxito de la primera temporada, que ganó seis premios Emmy, incluyendo uno para Lee Jung-jae, consolidó su lugar como un hito en la historia televisiva, abriendo paso al auge global de K-dramas como Kingdom y All of Us Are Dead.
“Es el cierre definitivo de un proyecto que ha consumido los últimos seis años de mi vida. Nunca imaginé este nivel de éxito.” – Hwang Dong-hyuk, creador de El Juego del Calamar, en un evento de prensa en Londres, 13 de junio de 2025.
La Temporada Final: Un Descenso al Caos
La tercera temporada retoma la narrativa tras el clímax sangriento de la segunda entrega, estrenada en diciembre de 2024, donde Seong Gi-hun (Jugador 456) lideró una rebelión fallida contra los organizadores del juego, culminando en la ejecución de su amigo Jung-bae a manos del Front Man, revelado como In-ho, un exganador convertido en supervisor. Esta temporada, con seis episodios de un promedio de 60 minutos cada uno, introduce desafíos letales diseñados para llevar a los jugadores a sus límites físicos y morales. Entre ellos destaca una combinación de “Luz Roja, Luz Verde” y un juego de cuerda, donde los concursantes deben saltar sogas controladas por las muñecas gigantes Young-hee y Cheol-su, arriesgando una caída mortal desde una plataforma de 30 metros de altura si fallan. Otro juego, el “Juego de la Máquina de Gumball”, divide a los jugadores en equipos rojo y azul, obligándolos a navegar un laberinto de puertas para eliminar a sus rivales.
Hwang Dong-hyuk explicó su enfoque: “Quería introducir juegos que realmente mostraran el fondo más bajo del ser humano, porque la serie está llegando a su clímax.” La narrativa se centra en la incansable misión de Gi-hun para desmantelar la organización detrás de los juegos, enfrentándose al calculador Front Man, cuya propia humanidad es puesta a prueba. El elenco, que incluye a Wi Ha-jun como el decidido policía Hwang Jun-ho y a Park Gyu-young como la conflictiva guardia 011, aporta profundidad emocional. Park describió el dilema de su personaje: “Ella busca rematar a los jugadores para evitarles el sufrimiento de los guardias corruptos.”
La producción, con un presupuesto de aproximadamente 15 millones de USD por episodio, refleja el compromiso de Netflix con un espectáculo visual de primer nivel. Filmada simultáneamente con la segunda temporada para acelerar su lanzamiento, esta entrega cuenta con escenarios masivos, como un arena de 50 metros de ancho para el juego de cuerda, y efectos visuales de vanguardia que garantizan una experiencia cinematográfica.
Resonancia en México: Un Espejo de la Desigualdad
En México, El Juego del Calamar conecta profundamente al exponer las duras realidades de la desigualdad económica y la dependencia tecnológica. Con un salario mínimo de 7,468 MXN mensuales (aproximadamente 370 USD), muchos mexicanos se identifican con la desesperación de los concursantes, que arriesgan todo por un premio que cambiaría sus vidas. Publicaciones en redes sociales, como “Aquí todos jugamos un juego del calamar para llegar a fin de mes”, reflejan cómo la serie captura las luchas diarias. Según el INEGI, el 46% de los trabajadores mexicanos gana por debajo de la línea de pobreza, una estadística que subraya la crítica de la serie a un sistema que enfrenta a los más vulnerables.
La serie también plantea preguntas sobre el papel de la tecnología en la sociedad. México enfrentó 156,000 millones de intentos de ciberataques en 2024, según Fortinet, y el uso de tecnologías de vigilancia, como el reconocimiento facial en la Ciudad de México, ha generado debates sobre la privacidad, evocando la vigilancia omnipresente de los VIPs en la serie. Amnistía Internacional México ha advertido que estas tecnologías podrían derivar en escenarios distópicos, un temor que la serie amplifica al mostrar a una élite sin rostro manipulando vidas por entretenimiento. En este contexto, El Juego del Calamar actúa como una advertencia y un llamado a examinar los sistemas que moldean la vida moderna.
“En México, la tecnología nos ha dado oportunidades, pero también nos expone a riesgos que apenas comenzamos a entender. Esta serie nos obliga a mirar esos riesgos de frente.” – Daniela Ortiz, analista de tecnología en la UNAM.
Un Legado Global y Posibilidades Futuras
El Juego del Calamar no solo ha dominado las audiencias, sino que ha transformado la cultura popular. Su primera temporada incrementó las ventas de zapatillas blancas Vans en un 7,800% a nivel global y dio lugar a eventos como una carrera de 4.56 kilómetros en Los Ángeles y una recreación de “Luz Roja, Luz Verde” en París, que atrajo a 20,000 personas. En México, la serie impulsó un aumento del 22% en el consumo de K-dramas desde 2021, según Netflix Analytics, consolidando la influencia de Corea del Sur en el entretenimiento latinoamericano.
Aunque Hwang Dong-hyuk ha confirmado que esta es la temporada final, ha dejado abierta la posibilidad de un spin-off, explorando potencialmente la historia del Front Man o los orígenes del juego. Lee Byung-hun insinuó esta idea en The Tonight Show: “Nunca se sabe lo que puede pasar.” Sin embargo, Hwang aclaró a The Korea Herald que no hay planes para una cuarta temporada, buscando un cierre definitivo para la travesía de Gi-hun. Los avances de la temporada, lanzados el 5 de mayo y el 14 de junio de 2025, sugieren una resolución cargada de “tristeza y esperanza”, combinando peso emocional con giros impactantes.
Un Final que Redefinirá la Televisión
La expectativa por la tercera temporada es inmensa, especialmente tras las 192.6 millones de visualizaciones de la segunda temporada, que la convirtieron en la tercera serie más vista de Netflix, aunque no alcanzó el impacto cultural de la primera. Los fans mexicanos, que representan el 8% de la audiencia global, según datos internos de Netflix, están ansiosos por saber si Gi-hun logrará derribar a los arquitectos del juego o sucumbirá ante su pantano moral. Las teorías circulan en X, con algunos especulando que Gi-hun podría convertirse en el nuevo Front Man, un giro que encajaría con la tendencia de la serie a subvertir expectativas.
Con la conclusión de El Juego del Calamar, su legado como crítica al capitalismo y pionera del relato глобал está asegurado. Para México, es un recordatorio de los riesgos en un mundo donde la supervivencia a menudo parece un juego con reglas imposibles. Ya sea que Gi-hun emerja como héroe o como figura trágica, este final “loco, demencial, chalado” promete dejar una marca imborrable, desafiando a los espectadores a confrontar los sistemas –económicos, tecnológicos y morales– que dan forma a sus vidas.